El Prospecto:

No conoce lo que vendes.

Te compara con tu competencia.

No tiene compromiso moral contigo.

No te conoce, por lo que no te recomienda aún.

El Cliente: (usuario)

Ya te conoce.

Ya confía en tí.

Ya conoce lo que vendes.

Ya pagó por su producto.

Por lo tanto, te recomienda, se convierte en un vendedor tuyo, no te cobra por dar tu WhatsApp a sus familiares y amigos.

Por lo anterior, el cliente es más susceptible de volver a comprar que el mismísimo prospecto.

Por si fuera poco, es parte de tu CSI o customer satisfaction index.

¿A quién debo dar de alta? Respuesta: A ambos, siempre.

Invierte 1 a 2 minutos diarios, tendrás grandes beneficios económicos en el mediano y largo plazo.